El amor puede ser una fuerza revolucionaria para cambiar las normas, promover prácticas feministas y rechazar el capitalismo.
La historia de amor monogámica y romántica es la más fatigosa antinomia de amor.
Esta historia te dice que el amor verdadero está fuera de tu control y que llega cuando menos lo esperas. Es el amor a primera vista. Eres, de repente, golpeado por una fantástica fuerza que susurra: “¡esto es genial!”
Pero la magia no es lo único que permitirá que esta unión permanezca: también tienes que trabajarla. Necesitas hacer compromisos, como renunciar a deseos egoístas y sexuales. Solo entonces el amor puede madurar a través de las etapas progresivas de compartir una casa, casarse y, finalmente, la perfecta fusión de dos individuos: un hijo.
Este mito todavía tiene fuerza en las actuales sociedades neoliberales de occidente. Su principal mensaje es que el amor es mágico y apolítico.
Sin embargo, viendo las cosas de cerca, es obvio que este tipo de amor actualmente sirve para mantener las estructuras hetero y cisnormativas, patriarcales, capitalistas y jerárquicas de la sociedad.
Pero el amor puede ser una fuerza revolucionaria para cambiar las normas, promover prácticas feministas y rechazar el capitalismo.
Esta historia te dice que el amor verdadero está fuera de tu control y que llega cuando menos lo esperas. Es el amor a primera vista. Eres, de repente, golpeado por una fantástica fuerza que susurra: “¡esto es genial!”
Pero la magia no es lo único que permitirá que esta unión permanezca: también tienes que trabajarla. Necesitas hacer compromisos, como renunciar a deseos egoístas y sexuales. Solo entonces el amor puede madurar a través de las etapas progresivas de compartir una casa, casarse y, finalmente, la perfecta fusión de dos individuos: un hijo.
Este mito todavía tiene fuerza en las actuales sociedades neoliberales de occidente. Su principal mensaje es que el amor es mágico y apolítico.
Sin embargo, viendo las cosas de cerca, es obvio que este tipo de amor actualmente sirve para mantener las estructuras hetero y cisnormativas, patriarcales, capitalistas y jerárquicas de la sociedad.
Pero el amor puede ser una fuerza revolucionaria para cambiar las normas, promover prácticas feministas y rechazar el capitalismo.