Conversaciones con Silvia Federici (I/II)
Silvia Federici. Teórica y militante
feminista italiana. Autora de Calibán y la Bruja (Pez en el Árbol,
2013); la Revolución Feminista Inacabada (Calpulli, 2013); la Revolución
en Punto Cero (Traficantes de Sueños, 2013). Federici participó y
acompañó luchas de las mujeres por la defensa de las tierras comunales
en Nigeria; en los años setenta realizó una campaña por el salario al
trabajo doméstico. Sus reflexiones abordan de manera histórica las
luchas políticas de las mujeres por producir lo común, con una fértil
mirada sobre la reproducción de la vida. En esta conversación que
sostuvimos en Puebla, México, nos presenta elementos teóricos para
interpretar de manera más amplia el funcionamiento de lo que ella llama
el patriarcado del salario. La conversa nos dota de una serie de
detalles de la historia del capitalismo que sirven para comprender
nuestras luchas.
GTT. Tú has reflexionado sobre
las distintas formas de explotación de las mujeres, por ejemplo nombras
Patriarcado del salario como una forma específica de dominación, ¿puedes
hablarnos sobre ello?
- El patriarcado es una institución muy larga y no ha sido universal.
Debemos de rechazar esa afirmación que dice que las mujeres siempre han
sido oprimidas, primero porque en muchas comunidades las mujeres tenían
poder. 2 mil años atrás había formas de matriarcado, yo no puedo aclarar
ampliamente como se establecía un matriarcado, pero es importante
comprender que la historia ha sido destruida. La idea es entender que el
patriarcado ha tenido formas diferentes, las relaciones no se
estructuran de la misma manera en todos los sistemas sociales; también
el patriarcado no se transmite automáticamente, no es un asunto que
continua de forma natural y automática de un siglo a otro, de una
sociedad a otra. Las investigaciones históricas han demostrado que con
el desarrollo del capitalismo, es decir con el paso del feudalismo al
capitalismo, hubo un pasaje violento, porque el desarrollo del
capitalismo fue como la contrarrevolución en un momento de crisis del
feudalismo. El capitalismo dio una nueva fundación a las relaciones
patriarcales; el capitalismo se ha apropiado de los elementos de la
relación patriarcal del feudalismo, pero lo ha transformado y ha dado
nuevas funciones para sus fines sociales y económicas. Por ejemplo, una
diferencia muy grande entre el patriarcado del feudalismo y el
patriarcado del capitalismo, es que en el primero, para las mujeres
prevalecía un sistema de uso comunitario de las tierras, es decir, las
mujeres y los hombres usaban las tierras. En Europa por ejemplo, las
mujeres no fueron dependientes económicamente de los hombres, su
alimentación no dependía de los hombres. Tampoco en la sociedad feudal
estaba la diferencia del tipo de poder entre hombres y mujeres, que en
la sociedad capitalista se generó. La relación desigual de poder entre
hombres y mujeres en el feudalismo no tenía raíces materiales. La
diferenciación venía, por nombrar dos casos, de la formas del uso de la
violencia, porque los hombres hacían parte de los ejércitos del poder
feudal, los hombres componían los ejércitos y las mujeres no; otro caso
es el de la diferencia de poder que estaba justificada en la religión,
pues ésta tenía una función de diferenciación. Todos los sistemas
sociales que han explotado el trabajo humano, han explotado a las
mujeres en una medida particular, porque las mujeres son las que
producen trabajadores, cuando hay un sistema social que explota el
trabajo humano, éste cerca e intenta controlar el cuerpo de las mujeres,
porque el cuerpo de las mujeres genera riqueza, mano de obra, cocinan.
El capitalismo es una forma de explotación específico que tiene
relaciones diferentes.