Si estás soltero, fracasas. Si tienes pareja, te estás perdiendo algo. Cupido no es ningún ángel, más bien el francotirador de un mensaje indestructible: busca a tu príncipe o a tu princesa con desespero y cuando lo encuentres, ni se te ocurra soltarlo.
¿Es que no hay otra forma de amar? ¿Es necesario sufrir con y sin pareja? ¿Por qué somos adictos a esta condena? Como respuesta a estas cuestiones, surge el poliamor:
el arte de destruir la monogamia manteniendo varias relaciones
afectivas y sexuales sin mentiras de por medio. Lo que viene siendo el paraíso de los afectos.
Después de los primeros ensayos, podemos confirmarlo: no es tan fácil. En muchos casos el poliamor se convierte en polidrama,
en un valle de lágrimas que plantea múltiples preguntas. Hablamos con
dos exploradoras del poliamor y buscamos respuestas en algunos blogs de
referencia para conocer las fases, decepciones y lecciones de una vida
libre de medias naranjas.
1. Amor libre: compartámonos
Free love o lo que es lo mismo: fase de idealización. Los hippies decían que el amor se estropea con la posesión.
En este primer estadio del poliamor, uno cree hay que ser generoso, que
el sexo y los afectos deben compartirse fuera de la pareja. Si todos
nos entregamos al amor con el prójimo sin reservas ni limitaciones,
recibiremos más amor, éste se amplificará y terminará inundando nuestra
vida. La lógica es aplastante, y la realidad también.
"En la mayoría de los casos, la conversación se acaba con un 'eso no
funciona', 'es muy frío' o 'yo no lo siento así'. [...] Si una persona
es feliz solamente con su pareja, adelante. Pero esa no es la única forma". ( CrowInLove)
2. Rebeldía: ¿por qué obedecer?
Que encontremos a alguien con quien nos sentimos cómodos
no significa que nuestra elección haya sido opcional. Ya lo decía
Pierre Bourdieu: "De todas las formas de persuasión clandestina, la más
implacable es la ejercida simplemente por el orden de las cosas".
"El sistema monógamo es una tiranía. No
es una opción: es un mandato, y es la violencia simbólica inscrita en
ese mandato la que nos impide escoger maneras diferentes incluso cuando
creemos escogerlas [...] La monogamia es un sistema de opresión tan bien
codificado que nos desgarra de dolor cada vez que queremos oponer
resistencia". ( Brigitte Vasallo)
3. Infidelidad aceptable
Hay muchas relaciones abiertas, solo que una de las dos
partes no lo sabe. No hace mucho, el matrimonio era un pacto que
significaba fidelidad sexual femenina y no necesariamente a la inversa.
Ahora que ya no es tan habitual que las mujeres "convivan" con las
amantes de sus maridos, es necesario aclarar que poliamor no significa aceptar la infidelidad del otro, aunque a veces se utilice para estos fines.
"El Polimacho es el típico tío que se mete en los círculos poliamorosos
sin contárselo a su novia monógama a menos que quiera hacer un trío con
otra tía. Se caracteriza por no permitir que haya hombres en los juegos
sexuales en los que participa, hacer proselitismo del sexo anal pero sin usar su ano,
recordarnos siempre a las tías que debemos liberarnos sexualmente y
follar siempre con mujeres más jóvenes que o socialmente inferiores" ( El Conejo de Alicia).
4. Poliamor al rescate
Hay quien cree que el poliamor será capaz de rescatar una relación
moribunda, que es la solución a todo. Sin embargo, si se utiliza el
poliamor para ignorar otros problemas, puede llevar a situaciónes de
mayores sufrimiento. Si dos personas se llevan a matar, ¿qué nos hace pensar que tres o cuatro se llevarán mejor?
"Nuestra relación va mal, pero si la convertimos en poliamor va a ser
todo fantástico y maravilloso. Todo el morro, escaqueo, chantajes
emocionales, dramones y demás van a desaparecer al probar el poliamor.
Todos los conflictos personales, toda la incapacidad para tener
relaciones que se trae de antes va a cambiar radicalmente al tener una
relación poliamorosa" ( Mosca Cojonera).
5. Culpa y ambición: sin renuncias se vive mejor
Es habitual que en las parejas se pierda la pasión mientras se afianzan otro tipo de afectos. ¿Es necesario renunciar a la convivencia, al cariño de alquien a quien queremos? ¿Es
necesario expulsar a esa persona de nuestra vida por el hecho de sentir
atracción por otros? El poliamor sugiere que es posible ampliar,
flexibilizar la forma en que las personas nos cuidamos, queremos y nos
damos placer. De nuevo, no es fácil: para empezar, es casi imposible que
las dos partes de una pareja estén en el mismo punto de convicción,
necesidades y sentimientos.
"Mi
experiencia poliamorosa fue bastante corta. Empecé a relacionarme con
círculos feministas en los cuales había bastantes personas que vivían el
poliamor y, como es normal, te planteas lo típico: si te funcionaría.
Yo me sentía muy culpable por sentirme sexualmente atraída por otras
personas teniendo una relación monógama, así que creía que eso era para
mí.
Después de hablarlo con mi
pareja, abrimos la relación; y al ser el principio, nos pusimos
límites. Besos y poco más y depende de como lo tolerase la otra persona,
iríamos más allá. Y FUE UN DESASTRE. Tras
la segunda persona con la que se besó mi pareja, a mí me comían los
celos, las inseguridades, y decidimos cerrar la relación" (Alba, 23
años).
6. Teoría y realidad
El poliamor es una burbuja teórica que a menudo duele
cuando se aplica a la realidad. Por ejemplo, para los chicos es más
fácil practicar el poliamor porque la sociedad acepta mejor que tengan
varias relaciones simultáneas. Hombres y mujeres llegan al poliamor desde puntos de partida distintos.
Sin deconstruir los roles de género y patriarcales, ¿es posible
experimentar un poliamor heterosexual en igualdad de condiciones?
"¿Me vais a querer convencer que las amistades, colegas de trabajo,
familiares de un chico y de una chica reaccionan exactamente igual si se
enteran de que ese chico o chica no paran de follar? Porque el poliamor
será lo que sea, pero la prensa siempre lo ilustra con la imagen de dos
chicas y un chico, confundiéndolo mentalmente con un trío" ( Mosca Cojonera).
7. Romanticismo
¿Es posible ser romántico viviendo el poliamor? Hay
personas que trasladan los patrones del amor romántico a una relación
con más de una persona. Error.
"La
polirromántica es aquella persona que hace un trío y quiere irse a vivir
a la playa, tener hijos y... no dejar que nadie folle fuera del trío.
Celos y posesión de la monogamia más rancia pero con disimulo. Es decir,
son monógamos pero con más gente". ( El Conejo de Alicia)
8. Competitividad
Supon que estás en un círculo poliamoroso. ¿Es posible no comparar los ligues de otras personas con los tuyos? "Hay quienes presumen de modernez y libertad por tener varias parejas.
Cada vez que alguien lo hace, no es que muera un gatito, es que que
muere un futuro posible: nadie sale de los sistemas opresivos en un solo
click, firmando un papel o leyendo un par de libros", explica Brigitte
Vasallo en este artículo.
"A veces la gente entiende el poliamor como una competición: a ver
quién de la pareja folla con más gente. Yo tuve que recoger a mi ex tras
una mala experiencia donde le pilló una bajona a media relación con
otra chica. No funcionó. ¿Por qué? No creo que nada nacido del despecho funcione. Se fue con otra chica sin casi ni pensarlo porque yo tuve una experiencia con una amiga nuestra que me atraía . No follo más por ser poliamorosa, simplemente vivo de una manera que resulta más sincera para mi" (Julia, 31 años).
9. Endogamia
Los círculos poliamorosos siguen siendo pocos, una
minoría. Eso propicia la endogamia y la presión a terceros para que se
sumen a esa forma de vivir las relaciones humanas. Si la monogamia se
entiende como un tipo de opresión, no tiene sentido convertir el
poliamor en algo que hay que seguir a la fuerza. En ese caso, el desencanto y el rechazo está asegurado.
"Después de la burbuja inmobiliaria, el poliamor está siendo la próxima
burbuja, y está en pleno crecimiento. Lo malo de toda burbuja es que
preveo de aquí a unos años todo un colectivo desencantado con el
'engaño' del poliamor y que abogan bien o por la pareja monógama a
ultranza o por la soltería eterna. Lo que sea con tal de volver a lo de
siempre antes que entender dónde está el cambio" ( Mosca Cojonera).
10. Amarse a uno mismo
Queda claro: el poliamor no es un remedio para la baja autoestima, las heridas sentimentales ni el mal de amores, no elimina los celos ni sirve para mantener relaciones sin comprometerse. No es una escapatoria ni una revolución de héroes. Se parece más a un principio que a un fin, a un refugio que a una fiesta.
El poliamor se parece más a un mirador que permanecía oculto en el
bosque de la normalidad: un lugar desde donde ver, por primera vez, la
gran carga que arrastramos, nuestros límites y anhelos. Si queremos, eso
sí, nos brinda compañía para el camino.
"Para mi el poliamor se basa principalmente en construir tu propia
relación a medida, establecer pactos y acuerdos y ser leal a la persona.
Y sobre todo autoconocerse: explorar limites, aprender a gestionar
sentimientos y mejorar la comunicación" (Julia, 31 años).
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