dimecres, 22 de juny del 2011

Si te gusta ser policía no me metas en tu vida, H.R.Herzen



No quiero leyes inventadas, ni una sola artificial. Las leyes ya existen. La Tierra se desplaza alrededor del Sol con una velocidad media de 29,5 kilómetros por segundo y da una vuelta completa sobre sí misma en 23 horas, 56 minutos y 4 segundos. La Luna da una vuelta a la Tierra en 27 días, 7 horas, 43 minutos y 11,5 segundos. Al paso que vamos, cualquier día un invento humano o un cúmulo de ellos alterarán hasta estas leyes espaciales. Hace rato que asquerosos poderes las quieren modificar a su gusto e interés a la vez que la mayoría del resto de la población aplaude, calla o mira para otro lado.

El día que todo se vuelva un verdadero mierdero no tardará en llegar, repito: no tardará en llegar. Y mientras tanto podemos mirarnos, tocarnos, olernos y sentirnos. Antes de que nuestros olfatos estén atrofiados por la contaminación, antes de que nuestro tacto esté dañado por el efecto de los rayos ultravioleta, antes de que la vida sedentaria nos brinde una buena hernia que no nos deje saltar uno encima del otro. Las leyes de la atracción sexual existen y aunque las de la gravedad o la termodinámica no nos dejan hacer en la cama, en la playa o en el monte todo lo que nos gustaría son esas las leyes que quiero defender.

Bruja para seguir siendo herejía


En noches de luna llena pienso en ti, en los que miran la luna al igual que los lobos en el desierto, aquí en el desierto de los corazones que olvidaron amar. Y es entonces que vuelo sobre los pensamientos de quines aspiramos nuevas formas de construir el mundo, de admirar lo que el dinero no puede comprar, de sentir el mundo con cuerpos deseantes de otras realidades…
Me recuesto en la historia y vienen hacia mí las alquimistas, brujas de la ciencia y del amor, ésas que aún habitan cuerpos de hombres y de mujeres irreverentes como irreverente y cambiante es la luna. La miro y sé que ella une miradas herejes de ahora, de ayer y siempre mientras much@s la atravesamos para ver más allá, para encontrar el sol que en mi país pareciera estar de duelo, mientras brujas en hombres y mujeres seguimos tratando de rescatar la alegría de su luz, buscando el calor perdido en una noche de luna llena.
Seguimos irremediablemente siendo brujas construyendo siempre la herejía en cada acto de la cotidianidad, buscando exorcizar lo oprobioso del sistema, buscando enamorar siempre.
Dicen que fueron las mujeres las que enamoraron a seres tan maravillosos como el maíz de nuestra América. Gracias a sus hechizos y bajo las poses de la luna, él se enamoró también y nos acaricia la lengua con múltiples sabores, nos brinda su vida para volverse energía ondulante en nuestros cuerpos encantados ya en la resistencia, en las grandes batallas y en las inmensidades de las pequeñas victorias y derrotas cotidianas. Las mujeres hechizaron el maíz y a muchos otr@s en múltiples años de amor pleno de ofrendar el corazón como territorio pintado de herejía.

dimecres, 15 de juny del 2011

La masturbación, Facundo Cabral


Los muchachos, se bañan en el río. La viuda los espía por entre las cortinas del palacio vacío. Ella no sabe que yo la veo sumergida en el agua. Ellos no saben quien los acaricia, de quien son esas manos suaves que les crecen las maravillas. Mi madre tenía razón, siempre somos dos, aunque no estemos juntos.
El amor. El maravilloso amor es una incomodidad necesaria que hace que el corazón se meta en cuestiones que terminan perjudicando la cabeza… sino ¿cómo es posible que una mujer sabia como mi madre se case con un ignorante como mi padre? Y aquí está el resultado.
El amor es una incomodidad necesaria que tiene sus ventajas, porque la mujer que me ama se ocupa de mi, es decir que yo puedo ocuparme de cosas… mejores. El amor es tan accidental como la fama, uno nunca sabe porque ni de donde viene. En este momento debe estar saliendo de un hotel de Guadalajara o de un mercado de Montevideo la mujer que Dios tiene prevista para mi… por eso el amor depende de la dirección que uno tome… por ejemplo: Borges salió para el sur y se encontró con la Biblioteca Nacional.

dimecres, 8 de juny del 2011

"Dedico mi vida a dinamitar el binomio hombre/mujer", Beatriz Preciado


Tengo 37 años. Nací en Burgos y vivo entre París y Barcelona. Soy filósofa y enseño Teoría del Género en la Universidad de París VIII. Vivimos juntos mi novia, una perra bulldog, un gato y yo. No quiero reproducirme. No creo en la nación ni en Dios. Mi perra se llama Pepa.

¿Es usted hombre o mujer?
Esta pregunta refleja una ansiosa obsesión occidental.

¿Qué obsesión?
La de querer reducir la verdad del sexo a un binomio.

¡Es que hay hombres y hay mujeres...!

 Yo dedico mi vida a dinamitar ese binomio. ¡Afirmo la multiplicidad infinita del sexo!

"Hay tantos sexos como personas", dice un amigo mío. ¿Sería eso?
Sí, me gusta. Eso de hombre y mujer son construcciones culturales. Así pues, tampoco hay homosexuales y heterosexuales.

El Amor y la Libertad, Malena Lede


En la relación amorosa se pone en juego la libertad individual a favor del vínculo. Pero un vínculo de esta clase no puede durar porque la libertad es esencial para un ser humano, y en algún momento se pondrá esta necesidad en evidencia.

No se puede elegir entre el amor de alguien y los intereses personales. El sacrificio de renunciar a ellos por amor deja un residuo de resentimiento que no se borra con besos ni abrazos.

La persona que vive para el otro sin condiciones se opaca hasta quedar reducida a una sombra, la sombra del otro.

Esa devoción, lejos de atraerlo termina alejándolo, porque sólo se puede amar a una persona con identidad propia.

divendres, 3 de juny del 2011

Carta de despedida, Renzo S.

El otro día pensaba que me moría cuando te vi pasar. No podía imaginar que estarías ahí y mucho menos que todo se me caería cuando descubriera que te habías convertido en un ser abstracto, de moda, de fashion look y cuentos de navidad.

Llevaba rato pensando qué es lo que te iba a decir, pero no se me ocurría nada, aunque sé sin lugar a dudas que sentía una emoción muy grande de verte y sentirte cerca. No esperaba que me miraras como antes, no puedo esperar que las cosas cambien si siempre acabo haciendo lo mismo.

Siempre le doy vueltas al hecho de que tengo que dejar de enredarme y generar relaciones sexoafectivas que acaban en rupturas feas, distanciamientos eternos, sinsabores que se te incrustan en el alma y miradas esquivas.

Yo te gusté a ti y te atraje sexualmente, ¿cómo entonces no te van a atraer otras personas? Y si le sumamos que si tú me gustaste a mí y me atrajiste sexualmente, ¿cómo otras personas no se van a sentir atraídas por ti? Intento que esas premisas guíen mi vida para aceptar las diferentes relaciones que rodean a los seres que amo y con quienes tengo relaciones sexuales íntimas y profundas.