Las ilusiones corren más que los
recuerdos amargos,
aunque no siempre: ya lloré
suficiente.
Llegará el 2013 y, si sigo viva,
espero seguir defendiendo la risa y la
alegría,
apostando por la libertad en el amor y
la generosidad en el sexo.
Creo que dudaré del misterio y el
secreto,
pero no dejaré de repetir que la única
manera de cosechar es sembrar.
Quizá el amor sea el sentimiento que
gobierne más iniciativas y vidas en el mundo,
pero el destino me
recuerda cada día que algo o alguien
—aunque sospecho
que fuiste tú—
me hizo brujería.
mientras que llegue el 2012!!!!!
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