“El primer problema para todos nosotros,
hombres y mujeres, no es aprender,
sino olvidar lo aprendido.”
— Gloria Steinem
FRATERNITÉ
En Madame Bovary de Gustave Flaubert , recuerdo cuánto trabajo y persistencia le costó al Rodolphe Boulanger de la Huchette conseguir un simple beso de la infelizmente casa Madame Bovary. Fue toda una ordalía, aún más considerando que Boulanger era un dandy aristócrata parisino… él era del tipo que no debería pasar trabajo. Pero una vez que la persuadió a someterse a él, toda resistencia terminó… afortunadamente para ambos (sin contar el final bien sur) porque, aunque era ilícito y oculto para conocidos y desconocidos, ella supo pasar por encima de lo que sus pares esperaban de una mujer casada. No necesitó ser fiel a un esposo que no amaba. Todo lo que quería era templarse a Rodolphe. Punto.
En Madame Bovary de Gustave Flaubert , recuerdo cuánto trabajo y persistencia le costó al Rodolphe Boulanger de la Huchette conseguir un simple beso de la infelizmente casa Madame Bovary. Fue toda una ordalía, aún más considerando que Boulanger era un dandy aristócrata parisino… él era del tipo que no debería pasar trabajo. Pero una vez que la persuadió a someterse a él, toda resistencia terminó… afortunadamente para ambos (sin contar el final bien sur) porque, aunque era ilícito y oculto para conocidos y desconocidos, ella supo pasar por encima de lo que sus pares esperaban de una mujer casada. No necesitó ser fiel a un esposo que no amaba. Todo lo que quería era templarse a Rodolphe. Punto.
Lo
enigmático para mí es que estaba completamente obsesionada con ello.
¿Por qué la obsesión? ¿Por qué la agonía? Templar es una de las cosas
más comunes que se pueden hacer.
Aquí y ahora las cosas han cambiado, aunque no tanto. Algunas personas pueden templar en paz, en algunos lugares, y a falta de sexo tenemos guerra de los sexos. Nunca habrá demasiados investigadores sobre géneros; ellos son los mediadores de esta guerra. El sexo se sigue viendo afectado porque, generación tras generación, nos inculcan los mismos cuentos. Aparentemente el sexo aún es considerado algo que una mujer otorga y un hombre recibe.
Siempre he odiado esa idea. Para mí es una de las premisas más nocivas de las que plagan el mundo de las citas y las relaciones. ¿Por qué se piensa que el sexo es un favor? Es algo compartido, ¿cómo sólo uno se lleva los beneficios? Hace mucho tiempo internalicé la idea de que las mujeres no siempre quieren relaciones estables. Se debe sobrepasar la vieja creencia de que el hombre quiere sexo con una mujer que esté buena y la mujer quiere obtener status de un proveedor. En realidad, una vez liberadas, las necesidades físicas de una mujer son a menudo más voraces que las de un hombre. Todo el mundo hoy en día sabe eso… ¿o no es así?
Una de las tragedias de la vida moderna es que, a pesar de todos los avances del último siglo, las mujeres como un todo no mantienen mucho poder en la sociedad. La elección de con quién y cuándo tener sexo, sin embargo, es una de las pocas áreas donde están indisputablemente en control. No es hasta que toman una decisión, y se someten a ella, que la relación generalmente se invierte y el hombre regresa a su posición de poder. Quizás por eso las mujeres, para la frustración de todos los hombres allá afuera, son cautelosas a la hora de decir “sí”.
Aquí y ahora las cosas han cambiado, aunque no tanto. Algunas personas pueden templar en paz, en algunos lugares, y a falta de sexo tenemos guerra de los sexos. Nunca habrá demasiados investigadores sobre géneros; ellos son los mediadores de esta guerra. El sexo se sigue viendo afectado porque, generación tras generación, nos inculcan los mismos cuentos. Aparentemente el sexo aún es considerado algo que una mujer otorga y un hombre recibe.
Siempre he odiado esa idea. Para mí es una de las premisas más nocivas de las que plagan el mundo de las citas y las relaciones. ¿Por qué se piensa que el sexo es un favor? Es algo compartido, ¿cómo sólo uno se lleva los beneficios? Hace mucho tiempo internalicé la idea de que las mujeres no siempre quieren relaciones estables. Se debe sobrepasar la vieja creencia de que el hombre quiere sexo con una mujer que esté buena y la mujer quiere obtener status de un proveedor. En realidad, una vez liberadas, las necesidades físicas de una mujer son a menudo más voraces que las de un hombre. Todo el mundo hoy en día sabe eso… ¿o no es así?
Una de las tragedias de la vida moderna es que, a pesar de todos los avances del último siglo, las mujeres como un todo no mantienen mucho poder en la sociedad. La elección de con quién y cuándo tener sexo, sin embargo, es una de las pocas áreas donde están indisputablemente en control. No es hasta que toman una decisión, y se someten a ella, que la relación generalmente se invierte y el hombre regresa a su posición de poder. Quizás por eso las mujeres, para la frustración de todos los hombres allá afuera, son cautelosas a la hora de decir “sí”.
“Cada mujer es diferente en la cama. Cada una tiene sus propios gustos y rarezas y fantasías. Y la superficie de alguien nunca indica precisamente la tormenta furiosa o la calma total que yace debajo.
Alcanzar ese momento de verdad apasionada –de rendición, honestidad, revelación– era mi parte favorita del juego. Amaba ver qué nueva persona emergía en la cama, y entonces hablar con esa nueva persona tras nuestros orgasmos mutuos. Supongo que simplemente me gusta la gente.”
- Neil Strauss, “El Juego”
Hay
muchos, muchos chistes sobre política y sobre sexo. Es comprensible. La
gente tiende a hacer chistes de las cosas con las que están incómodos.
Aún así, hay que ver el vaso lleno… ¿cuán diferente sería la vida si el
sexo no fuera, aún en pequeña medida, prohibido y tabú? Toda la historia
de la censura, los frenos y la represión hacia el sexo han dado un buen
derivado: la tensión sexual. Esta es creada, en mi opinión (y
evidentemente en la de Flaubert), cuando se impide que la atracción
complete su destino debido a un obstáculo. Y los obstáculos al sexo son
tantos y tan comunes que, en realidad, parecen haberse introducido en el
inconsciente social como el gatillo número 1 de tensión sexual.
Esa
es la razón por la que prácticamente todas las novelitas de romance
rosa recaen en esta tensión como una premisa subyacente… ‘Él era un
esclavo. Ella era la hija del amo de los esclavos…’. La tensión sexual
es la que hace que los juegos previos, las provocaciones traviesas y los
flirteos funcionen. La razón por la que los hombres casados son
codiciados. Por la que las strippers comienzan el baile con la ropa
encima. Por la que la gente fantasea sobre sexo en lugares prohibidos.
Por la que arriesgarse siempre es más excitante que zambullirse en un
área segura. Y todos nosotros, hombres y mujeres, siempre encontraremos
maneras de usar esto para condimentar nuestras vidas sexuales.
EGALITÉ
EGALITÉ
Sin
embargo, se crea un problema cuando la tensión sexual no puede ser
canalizada; cuando el sexo es evitado constantemente; cuando no puede
tomar lugar. La tensión es reemplazada por la obsesión y la represión. Y
no me malentiendan, esos términos se tiran para todos lados demasiado a
la ligera demasiadas veces. Pareciera que todos los hombres están
obsesionados insanamente con el sexo; se da por sentado que sólo sabemos
pensar en eso... así que el que no: maricón.
Por
el otro lado, cualquier mujer que tenga un apetito sexual saludable
termina acuñada como una ninfómana o peor, una puta. Hay una malicia
inherente. De ahí el nacimiento de la Defensa Anti-Puta: el a veces
inagotable juego de maniobras que hacen muchas mujeres para evitar
parecer fáciles ante el hombre con el que están, o sus padres, o sus
amistades, o ellas mismas. Un famoso (o más bien infame) best-seller
motivacional llamado “The Rules” se hizo camino en la literatura pop
diciéndole a las mujeres cosas como “termina las conversaciones primero”
como una entre muchas medidas para emboscar (término despreciable) a un
hombre hacia el matrimonio. Y lo peor es que debe haber funcionado de
lo lindo millares de veces, porque nuestras mamás nos dijeron de
chiquitos que para tener sexo hay que estar en una relación estable...
las únicas buenas... y eso implica casarse... y si cumples treinta y no
lo has hecho estás telegrafeándole a todos tus conocidos que... bueno,
que vas bien atrás en la carrera hacia la felicidad.
Y ese libro es de una sociedad moderna con derechos bastante iguales para todos… no me hagan hablar de La Biblia y El Corán.
Las películas porno y Disney son responsables de los seres humanos más frustrados que conozco.
Las películas porno y Disney son responsables de los seres humanos más frustrados que conozco.
- ¿Dónde diablos está mi príncipe encantador?
- ¿Dónde diablos está mi puta insaciable?
- ¿Dónde diablos está mi puta insaciable?
"Una de las grandes tragedias de la humanidad es
que la moralidad ha sido secuestrada por la religión."
- Arthur C. Clark
Ese es el legado social de un mundo con una Historia construida ideología sobre ideología, búsqueda del poder tras búsqueda del poder, con niveles fluctuantes de repugnancia. Ese es el legado que estamos tratando de sacarnos de arriba. Lo tenemos tan bien aprendido que incluso los que se resisten a él caen en la trampa de atacarlo diciendo que no hay diferencias entre géneros, que los hombres y las mujeres son iguales. No puedes derrocar un prejuicio social así de gigantesco con un mantra así de simple y reducido. Sobre todo porque es falso. Los hombres y las mujeres SÍ son diferentes, aún más cuando se trata de sexo; ¿hace falta enseñarles dibujos?
Es
preciso enfocarse en la única cosa indiscutible: debemos tener… no,
tachen eso… MERECEMOS derechos iguales. Nos urge. Y la única cosa que
hombres y mujeres necesitan, tras tener igual reconocimiento de
derechos, es la libertad… la libertad de una cultura que les deje hacer
lo que les dé la gana con su vida sexual sin ser excluidos o
menospreciados.
Ahí tenemos a Mariela Castro, contendiendo por la tolerancia hacia todas las preferencias sexuales. Tolerancia. Y entonces, cuando se encontró con la inevitable reacción inicial, tal como recuerdo, diseñaron un mensaje secundario para aplacar ánimos y que no se les disparara la culata: tolerancia a aquellos que no quieran tener nada que ver con los gays. Tolerancia. Aparentemente, no habían podido tolerar a los travestidos de 23, ni a un personaje bisexual besando a un gay una sola vez en una novela, o una linda pareja de lesbianas en otra. Parece que el alivio cómico soltero que hacía Jorge Martínez en Polvo En El Viento era el único personaje gay que podían “tolerar”. Tolerar. Tolerancia es el sentimiento al que debemos aspirar.
Pues
yo digo que no. Tolerancia es igual a conformismo. Es igual a
resignación. ¿De qué estamos hablando? ¿Eso es lo que queremos? ¿Tolerar
a los gays y a los bi y a los trans?
Ese es el problema en primer lugar. No hay nada que tolerar. Todas la orientaciones deberían ser bien vistas y bienvenidas. Quien sea que pensó que debían ser perdonadas, realmente no tenía idea de qué hablaba. Esto no es un problema de mentes abiertas. No se requiere ninguna mente excepcional para ver a tus semejantes como lo que son: no menos que tú. Lo contrario no debería ser pensado por mentes normales. De hecho, no lo son… son mentes que han sido subyugadas por la cultura y la presión de pares, y por presión de pares deben ser restauradas.
Ese es el problema en primer lugar. No hay nada que tolerar. Todas la orientaciones deberían ser bien vistas y bienvenidas. Quien sea que pensó que debían ser perdonadas, realmente no tenía idea de qué hablaba. Esto no es un problema de mentes abiertas. No se requiere ninguna mente excepcional para ver a tus semejantes como lo que son: no menos que tú. Lo contrario no debería ser pensado por mentes normales. De hecho, no lo son… son mentes que han sido subyugadas por la cultura y la presión de pares, y por presión de pares deben ser restauradas.
Aquí
no se está diciendo nada radical. ¿Los gays deberían ser ridiculizados?
No, más bien los homófobos. Sólo cuando vean que ya no reciben
aprobación, empezarán a ser más lúcidos. Y así con todo: las mujeres
deberían tener mejores derechos laborales y los hombres mejores derechos
familiares.
"¿Y crees que el amor mismo, viviendo en una casa tan fea, puede prosperar mucho tiempo?"
- Edna St. Vincent Millay
Solemos
pensar en Cuba como un país muy sensual y sexual. Somos el país de las
mulatas y la salsa (ahora destronada por el reggaetón). Somos un país de
playas y bikinis. Sí, sabemos que cuando de seguridad corporal y de
confianza se trata, estamos mejor que muchísimos países. Después de
todo, tenemos nuestra buena tajada de turismo sexual, dicen. Pero yo
hablo de la vida diaria. ¿Tenemos una cultura de libertad sexual o una
represión conservadora persistente? Estoy convencido de que el sexo está
en el aire porque hay muchos obstáculos, por tanto hay tensión sexual.
Somos un país con mucha tensión sexual, pero… ¿somos un país sexual?
Si no lo somos, creo que deberíamos serlo. Casi todo el mundo es muy feliz después de un buen sexo. En mi visión simplista del mundo lo que es bueno para una persona es bueno para un pueblo. Me gusta como suena la idea de un país bien templado. Deberíamos situarlo como una meta quinquenal. El 2015 debería ser el año de la sexualización del país.
Si no lo somos, creo que deberíamos serlo. Casi todo el mundo es muy feliz después de un buen sexo. En mi visión simplista del mundo lo que es bueno para una persona es bueno para un pueblo. Me gusta como suena la idea de un país bien templado. Deberíamos situarlo como una meta quinquenal. El 2015 debería ser el año de la sexualización del país.
"[La guerra es] la antítesis exacta del sexo, (…) lo que los seres humanos hacen cuando no ponen sus energías en el sexo, lo cual es matarse unos a otros. Que el saludable impulso sexual que está apoderándose de la mayoría de los jóvenes, en su adolescencia, es pervertida por hombres más viejos... quienes quizás han perdido parte de sus impulsos sexuales... y toda esa energía sexual es despachada hacia algún lugar como Flandes y pervertida para matar a otros jóvenes; energía que debería estar empleándose en algo honesto como fornicar es en cambio desviada hacia algo espantoso como matar."
- Alan Moore
En Cuba las muchachas son expuestas al contenido sexual a edades cada vez más jóvenes, al igual que en cualquier otra parte del mundo. Pero la familia patriarcal y los prejuicios respecto al sexo fuera del matrimonio no han abandonado las mentes del pueblo de la isla, mucho menos fuera de La Habana. Las chicas pierden la virginidad a la edad promedio de 13 años pero muchas lo hacen fuera de sus casas para evitar a la familia. Al menos el 25% de estas adolescentes de 12 a 19 años se embaraza... y más del 60% de los embarazos ocurren en los primeros 6 meses de relación. ¿Está eso bien?
¿Dónde están los bares gays de La Habana? Toda ciudad importante del mundo tiene bares para gays y bares para lesbianas. ¿Dónde están los nuestros? En ningún lugar… aquí la vida nocturna es corta, demasiado homogénea, aburrida y cara. Las primeras décadas de la Revolución no se olvidan de sus primeros perseguidos. Si los rockeros están condenados a las matinés, los gay están mucho peor. Tienen que conformarse con las madrugadas en La Rampa y 51 y el Yara... aunque me dijeron que los CDPs del Yara ya no toman sobornos para dejar entrar a los gays después de las 2 am... y 51 está completa e intencionalmente cubierta de faroles... y La Rampa rebosa de policías.
Puede que no tengamos strippers pero tenemos una prostitución perseguida y abusada que no va a desaparecer ni en el futuro cercano ni en el lejano. ¿Dónde está la razonable legalización de la prostitución? No está a la vista, nuestras prostitutas aún están escondidas y sin las protecciones de trabajo elementales que vienen con la legalización. Los travestis del parque del Curita aún le pagan a los policías del lugar para que los dejen estar en la calle. Los policías son sus chulos.
¿Dónde está nuestro porno? ¿Dónde están los cines y la distribución de video que resuelve dinero a los que lo mueven y catarsis a los miles y miles que lo consumen (yo entre ellos)? En ninguna parte. El único porno que se hace es doméstico y privado y si se filtra sirve de excusa para cerrar cuentras de internet en trabajos, o despedir a personas, o expulsar estudiantes de la UCI. ¿Y creemos que no es imprescindible tirar con una película porno? Tenemos años de hombres que van consistentemente a los cines normales a masturbarse. No me extraña, como se dice subrepticiamente en “Perfecto Amor Equivocado”, que casi religiosamente todas las producciones del ICAIC incluyan chistes y desnudos o escenas de sexo. Casi todas.
Mi amiga Yaima me dijo una vez que en el Chaplin vio un hombre tirando en un asiento mirando a la pantalla. Estaban poniendo 2001: Odisea del Espacio. Mi pregunta: “No jodas. ¿Con qué, con la parte de los monos?” Me dijo: “No, con la nave y la música de Strauss.” No me lo podía creer. Menos me pude creer cuando a una conocida de una amiga norteamericana mía le cayó en la cara un perdigón de semen de un hombre subido en una piedra en G, cerca del monumento de J.M.Gómez.
En Cuba hay tiradores, y hay violadores, y hay incesto no consentido… en Cuba hay de todo. ¿Es en realidad tan descabellado pensar que la falta de espacios y material de catarsis aumenta las desviaciones sexuales?
"Mis pensamientos sobre la pornografía tienden a girar en torno al hecho de que, mientras que muy pocos de nosotros somos zombies, detectives, cowboys u hombres espaciales, hay un número infinito de libros que recuentan las historias de esos estilos de vida. Sin embargo todos nosotros tenemos algún tipo de sentimiento u opinión respecto al sexo. Y aún así la única forma de arte que de cualquier manera puede discutir el sexo, o representar el sexo, es esta mugrienta, despreciada e ilegal forma de arte que no tiene absolutamente ningún estándar."
- Alan Moore
LIBERTÉ
Está la opción de permitir en condiciones controladas y está la de prohibir indiscriminadamente. Pregúntenme a mí y diré que no será aconsejable, pero es predecible. Con una clase dirigente que recibió su educación hace más de 60 años es dolorosamente predecible.
¿Qué es lo aconsejable? La gente debería hacer lo que les diera la gana.
¿Tienen un(a) compañero/a consensual de edad legal? Deberían hacer con ellos lo que les diera la gana. Deberían tener tríos, cuartetos, orgías, sexo de grupos, sin importar la proporción de sexos. Debería tener juguetes sexuales disponibles, y disfraces para hacer un poco de rol. Debería haber porno disponible (nacional si puede ser) para que hubieran menos tiradores en los cines. La gente debería poder hacerlo en lugares públicos y en clubes porque los excita, no por necesidad. Debería haber moteles legales y baratos para los que quieran templar en paz y en privado. La gente debería poder filmarse, los que tengan cámara, sin más riesgo que los descubran… no que puedan ser expulsados de ningún lugar. La gente debería poder estar con personas de diferentes grupos étnicos, o de diferentes países, o con gente del mismo sexo, o mucho mayor, o mucho más joven. La gente debería vivir en una cultura que no les dice que el sexo libre es malo, porque el sexo libre no es el amor libre, pero se le parece muchísimo.
Todas las personas deberían disfrutarse completamente. No veo que eso esté pasando ahora. Tal vez en el futuro.
En la novela de 1954 de Arthur C. Clark “El Fin De La Infancia”, una raza de alienígenas benevolentes viene a la tierra e impulsa cambios y progreso. Un párrafo habla de esta sociedad futura y cómo algunos de los cambios más grandes sucedieron con dos avances: Uno era la creación de un anticonceptivo 100% seguro y efectivo, y el otro era una prueba de paternidad infalible. Me hizo reír. La gente hace ciencia ficción con las cosas que ahora le incomodan.
Gracias! ;)
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