…“No podría
definir la alegría, el delirio, la fiebre, el invencible sentimiento de ser
amada
y amar a
quien me ama. No sé encontrar palabras que describan este fuego, este brillo,
este fulgor
que me ilumina, esta cegadora luz que me señala. Porque sería inútil tratar
de razonar
sobre este deseo incandescente, vivo, implacable, invencible; este deseo
arrasador,
que se ha convertido en dueño y señor de mi vida y de mi cuerpo”…,
Anónimo.
Quiero tenerte
delante de mí
mirarte desde
abajo
colocar mis
pies sobre los tuyos,
gigantes
perfectos;
besar tu
pecho… acariciar tu vientre
Dime qué es
lo que tú quieres que pueda…
Nos
excitaremos solo de vernos;