Déjame morderte una
nalga,
y vete más lejos si quieres
que yo sé dónde estoy.
Si me dieras de comer en la boca,
atraparía con mis dientes el romance
que cuelga de las yemas de tu ser
y le soplaría a tu rostro
las nubes de mi dulce delirio
con letras de algodón de azúcar.
Por ahora,
dime si puedo desnudarte
justo antes de que te vayas a dormir,
porque quiero besarme con tus muslos,
invertir tu pañuelo
y hacerte cosas aún
con tu trajecito puesto.
Te morderé una sola,
porque sé que tienes dos.
Muy buenooooo!!!!!!!!!!!!
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