divendres, 23 de desembre del 2011

El pecado es reprimirse, Mila Mores



Las calaveras y los diablitos invaden mi corazón:
la vida es para vivirla mejor.
No me afecta el horror vacui,
me encanta sumar y detesto dividir.
Ya me cansé de ser buena:
cuando me miras, me provoca robarte un beso.
Este amanecer a tu lado pasará a la historia,
quiero seguir deshaciendo tu trenza.
Da igual la excusa,
el pecado, sin duda, es reprimirse.

El amor como utopía de la transgresión, Eva Illouz



La idea de que el amor romántico constituye una de las piedras angulares de la cultura capitalista no es ninguna novedad. Ya en el libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (una crítica radical de la familia desde los griegos hasta la burguesía), Friedrich Engels condenaba a la familia por subyugar a las mujeres y conservar la propiedad privada mediante las leyes de la herencia. Según el filósofo alemán, el matrimonio burgués, caracterizado por la monogamia y el "afecto", no es más que una apariencia hipócrita, condicionada por la pertenencia de clase más que por los sentimientos, y cuya causa en última instancia no es el amor sino la conveniencia. El "verdadero" amor romántico, por lo tanto, sólo podría surgir en la clase obrera, pues ésta no tiene ninguna riqueza material que ganar o perder. Como afirman Marx y Engels en el Manifiesto comunista , la familia y el amor quedarían libres de sus lazos de dominación e interés sólo en una sociedad comunista, puesto que allí la propiedad privada y las ganancias económicas no serían motivo para formar una pareja. Resulta evidente que, como condición previa para las relaciones humanas auténticas y genuinas, la utopía política de estos dos autores supone la existencia de una separación total entre los sentimientos y la mercancía, el amor y los intereses económicos.

dijous, 22 de desembre del 2011

No me interesa, Khalil Gibran



No me interesa cómo te ganas la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar y alcanzar lo que tu corazón anhela.

No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas cuadran con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a sufrir.

Sola (3. parte), June Fernández


Hoy es mi cumpleaños, y por primera vez en mi vida adulta, lo paso sin pareja. Me voy a la cama sola, y cuando mañana me despierten (espero) las primeras llamadas de seres queridos, no habrá nadie abrazado a mí con quien comentar la ilusión que me ha hecho esa llamada. No hay cena romántica, ni la curiosidad por saber con qué regalo me sorprenderá mi pareja.

Hoy (bueno, ayer) tenía como una cierta sensación de extrañeza, como que hay algo diferente este año. Y me he dado cuenta de que es eso, que estoy sola. Y no me he puesto triste ni nada. Me apetece empezar este cumpleaños sola, celebrándolo en silencio, tal vez con una copa de vino ahora, con un desayuno rico por la mañana, mientras escucho el recopilatorio de Pink Martini que me he autoregalado.

Estar soltera por primera vez en nueve años está siendo muy satisfactorio. El modelo de amor romántico (que ha regido mis relaciones casi todo el rato) absorbe mucho tiempo y energía, y en mi caso el drama ha estado más presente de lo debido. Me encanta sentirme el centro de mi vida, hacer tantos planes con mis amigas y amigos, disfrutar de la soledad, ligar sin sentimiento de culpa, sentirme libre para hacer viajes largos… Y sobre todo, la paz que da vivir libre de escenitas de celos, de esperar ansiosa una llamada de teléfono, libre de lloreras… Sinceramente, creo que no podría estar trabajando tanto y gestando tantos nuevos proyectos si siguiera en una de esas relaciones tormentosas.

Feminista way of live, Itziar Ziga


Patirke Arenillas para Mugarik Gabe


Joder, otro maldito 25 de noviembre. En el que celebramos nuestra resistencia frente a esa violencia doméstica, de género, patriarcal, de mil formas y pelajes, que nos asalta a mujeres y parias sexuales. One more time. Hay tanto que decir, que sólo para recordarnos quiénes somos y qué hacemos, con todo el amor feminista del contramundo, trazo estas líneas empoderantes, subversivas. Espero que luminosas. Para trazar fugas posibles, que nos resitúen dichosas y alejadas de victimismos que jamás abrazaremos. Porque llevábamos décadas predicando en el desierto. Denunciando los malos tratos y recordando las redes de cuidado desde las que preferimos sobrevivir, antes que abocarnos a una destrucción colectiva que anule el amor y el cuidado. Las feministas, hemos preferido reformularnos.

El amor, ese maldito pegamento mágico. En una sociedad que nos programa a mujeres y a hombres para no entendernos a la vez que nos obliga a emparejarnos, algo místico tenía que inventarse para que sigamos perseverando en esta fórmula absurda que tanto nos vulnerabiliza.

Mientras los discursos hegemónicos entorno al amor romántico, a la heteronormatividad como destino, al estigma puta y a la consiguiente persecución legal de las trabajadoras del sexo, sigan tan vigentes, incluso más que nunca, no habremos ni rozado siquiera a esa bestia estructural que es la violencia machista. Ay, el Amor. Hemos mamado una cultura romántica tan desastrosa que nos prepara en bandeja para el maltrato. “Sin ti no soy nada”, cantaba Amaral en 2002. Y esa maldita tonadilla se te clava en el pecho como una sentencia que te impulsará a aferrarte a Él (o a Ella), como si su ausencia amenazara con desintegrarte sin remedio.

dimecres, 21 de desembre del 2011

Mucho más grave, Mario Benedetti

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo

sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas
no me refiero sólo a esto de ahora
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
y carajo perderte
y volverte a encontrar
y ojalá nada má
s
no me refiero sólo a que de pronto digas
voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta
bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizá por eso salga enseguida el sol

ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas
y decisivas complicidades
o que yo pueda o creerme que puedo
convertir mis reveses en victorias
o me hagas el tierno regalo
de tu más reciente desesperación

Hasta el coño de la Navidad, Bibiana Hirukote



Estoy hasta el coño de la Navidad y toda su farsa. Yo a mis amigas no les deseo ni feliz navidad ni próspero año nuevo. Les deseo sexo cuando lo deseen y las felicito por su felicidad. Brindo por su libertad y autonomía, por la solidaridad y la ternura. Quiero que tengan orgasmos espectaculares y se hagan pajas cuando lo necesiten. Prefiero que organicen orgías y huelan a sudor antes que regalarles cualquier perfume envasado. Les recomiendo que desconfíen de la mayoría de recomendaciones y que se quiten el disfraz de superwoman. Deseo que cada día sea una fiesta o un aburrimiento, pero que lo decidan ellas porque les apetece. Que les susurren o les griten que las aman con el corazón y no que les digan “te quiero” por obligación.

Espero que sus planes salgan bien y que no planifiquen nada que las agobie, que se dejen llevar por las locuras propias y alimenten y exageren las ajenas. Que sueñen el futuro para poderlo palpar en el presente. Que ganen todas las apuestas y se dejen ganar por amor. Que desaparezcan del mundo por un momento, por una hora o por una vida y se dediquen a vivir cada instante plenamente. Antes que vayan a reuniones familiares impuestas, prefiero que sientan, jueguen, se arriesguen, activen su musculatura y encuentren el impulso que las hace mover. Que huelan, que toquen y que abran los ojos para estar atentas a todos los estímulos o cerrarlos para sentir que no hay límites. Que se muevan para vivir: caminar, correr, movimientos ligeros y pequeños, giros y caídas, saltos en el aire y deslizarse por el suelo. ¡Que hagan todo lo que siempre han imaginado!

Eros, ese puente. Eva Pierrakos


Cuando analizamos el elemento principal de la fuerza erótica, descubrimos que es la aventura, la búsqueda del conocimiento de la otra alma. Este deseo vive en todo espíritu creado, pues la fuerza vital inherente a la existencia tiene que sacar de su aislamiento a la entidad en cuestión. El eros fortalece la curiosidad de conocer al otro ser. Y vivirá mientras exista algo nuevo para descubrir en la otra alma, mientras uno sea capaz de revelarse. En el momento en que piensas que ya has descubierto todo lo que se puede encontrar y que has revelado todo lo que tienes para revelar, el eros se irá. Pero tu gran error consiste en creer que existe un límite para lo que un alma puede revelar de sí misma, ya sea la tuya o la de otra persona. Sueles pensar que lo has descubierto todo una vez que llegas a cierto punto de descubrimiento o revelación superficial. Entonces te instalas en una vida plácida y dejas de buscar.

dimarts, 20 de desembre del 2011

El miedo a la utopía del amor, Rocío Silva Santisteban

 
Figuras a la orilla del mar. Pablo Picasso, 1931 
 
El amor como un sentimiento que surge entre dos personas y que forma la base afectiva de una relación estable que podría luego prolongarse en el matrimonio se origina sólo durante la Edad Moderna, como hijo de la individuación y de la importancia del libre albedrío en la toma de decisiones del ser humano, producto a su vez de la ruptura con la idea del amor cortés. "El amor puro, ese arte por el arte del amor, es una invención histórica relativamente reciente, tanto como el arte por el arte, con el que está relacionado, histórica y estructuralmente" nos dice Pierre Bourdieu en su libro La dominación masculina.

Por supuesto que antes, tanto la historia de Occidente como la de Oriente han provisto a la humanidad de múltiples formas de entender el erotismo y las relaciones amatorias. Desde la propagación del mito de Eros hasta los cantos de Safo y, por otro lado, las imágenes de los frisos de los templos hindúes o el Genji Monogatari de Murasaki Shikibu, nos presentan cientos de formas exploratorias de las relaciones eróticas, apasionadas o trágicas, hetero u homosexuales. La historia del mundo está marcada, de alguna u otra manera, por esa capacidad del ser humano para relacionarse apasionadamente con otros seres humanos teniendo como lazo el erotismo y la lubricidad sexual.

dilluns, 19 de desembre del 2011

¿Poliamor?, Beatriz Gimeno


No soy nada poliamorosa por mucho que algunas se empeñen. Además, no me gusta la etiqueta, no se para qué hacer más y más etiquetas para conceptos que ya existen. Si yo fuera algo sería polisexual, que también es muy antiguo y que siempre ha tenido otro nombre.  Pero yo promiscua tampoco soy, no sé qué soy, yo soy de no salir de casa, y soy muy mía. Lo que sí que creo es que  seríamos más felices si fuéramos capaces de no pasarnos la vida tratando de encajarnos y de encajar a la gente, como sea, en el mito del amor romántico, apasionado y exclusivo.


El poliamor no es lo mío, lo que me faltaba. Si todas mis parejas, todas, se han quejado de que no les presto suficiente atención, si todas mis parejas me han acabado dejando porque no me entrego lo bastante (o no les parece), si todas se han quejado de que mi amor no les llegaba con la suficiente intensidad…entonces lo que me faltaba es tener que multiplicarme por dos o más. Los requerimientos románticos del amor me han producido siempre sufrimiento. Creo que vivo escindida entre lo que soy, lo que debería ser  y lo que quieren que sea.

El amor libre y la poliamoría, Coral Herrera Gómez


“Es una locura querer reducir el amor a una ecuación o limitarlo a una forma única de expresión. Aquellos que lo intentaron se dieron cuenta bien pronto de que habían equivocado el camino. La experiencia amorosa no conoce fronteras. Varía de individuo a individuo”.
Émile Armand; La vida sensual, la camaradería amorosa
De pequeñas aprendimos que lo normal es que el amor erótico se limite a una sola persona del sexo contrario. Es cierto que en la época de guardería  los adultos ríen cuando decimos que tenemos varios novios o varias novias, como si fuese una extravagancia infantil; pero pronto se nos enseña que el deseo sexual y la intimidad solo se comparten con uno. Lo demás es etiquetado como promiscuidad, adulterio o traición, y pronto comprobamos que transgredir las normas de la monogamia en nuestra sociedad tiene un coste muy alto. 

Y es que la mayor parte de las sociedades humanas límitan la libertad sexual y amorosa de sus miembros; nuestras comunidades poseen unas reglas morales y legales, unos tabúes y prohibiciones que constriñen nuestro deseo sexual con la excusa de mantener el orden social y la convivencia. 

Las sociedades en las que se practica el amor libre son minoritarias, pero han existido y existen con variaciones. Un ejemplo de ello es la cultura hippie o la cultura anarquista libertaria, o culturas no occidentalizadas como la comunidad de los Mosuo en China (os pongo el vídeo al final del artículo). A mí me fascina que a través de los medios de comunicación podamos acceder hoy a culturas que tienen ideologías amorosas diferentes a la nuestra. Y es que al estar basada en las relaciones jerárquicas y la monogamia, limitan enormemente nuestra capacidad de disfrute y nuestras releciones amorosas. 

diumenge, 18 de desembre del 2011

Las Comadres... Pachi Franco


Por astutas, por locas
Por histéricas
Todas fueron condenadas.

Las que ríen,
Las que sueñan,
Las que dicen cantando,
Y danzando;
Sólo libres,
Sin Dios y sin Padre.

Ellas magas,
Hechiceras,
Perras viejas,
Insensatas
Boconas y gritonas
Sin leyes y desnudas,
Desnudas de cuerpo,
De palabras y obediencias.

Todas en risas,
En el agua,
Dejando correr sin más
El rojo de sí mismas
Por sus piernas.

Desnudas
Con alas
Con patas
Con plumas

Locas muy locas
De bienestar y alegría
Llenas de pasto
De barro y de vida;
Andan, vuelan, se redimen,
Se derraman
Y alborotan los manantiales.

Mariposas reales
Reinas de las flores;
Ellas debajo de la luna
Tienen en sus ojos
Y en sus vientres,
La semilla de una manzana.

Única mujer
Locas hembras
Locas madres
Locas diosas
Mujeres de vientre cálido
Regeneran el mar.

(Extraído del Maternario 2010, Capilla del Monte)

divendres, 16 de desembre del 2011

Conversaciones con lxs maestrxs del amor, Relaciones


¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo.
Erich Fromm

Decían que bastaba con enamorarse para mantener una relación amorosa con otra persona. Lo difícil sería encontrar a quien nos enamorara y enamorarle, el resto sucedería solo: y fueron felices y comieron perdices. Con el tiempo y algunos desengaños descubrimos que aun sintiendo que nos queremos y deseando querernos es posible mantener relaciones que no calificaríamos precisamente de amorosas. Enamorarse de otra persona es experimentar un deseo, una atracción, una fuerza que nos impulsa hacia ella. Sonreímos tontamente, se nos alegran los días, fantaseamos con ella, nos derretimos, es simplemente maravillosa. Pero, pese al bello y prometedor canto que endulza nuestros días, puede suceder que nos estemos adentrando en una relación no-amorosa. Porque sentirse enamoradxs no necesariamente implica una relación amorosa. No es cierto que lo uno traiga, por su propia naturaleza, lo otro: es posible sentirse enamorada y hacerle la vida imposible a la otra persona, o hacérnosla mutuamente imposible.

Como señalara Erich Fromm en El arte de amar, amar es un arte y “el proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos partes: una, el dominio de la teoría; la otra, el dominio de la práctica”.

En lo que a la teoría se refiere, es sin duda cierto aquello de que cada maestrillo tiene su librillo. Seguro que nosotrxs también tenemos el nuestro, más o menos refinado pero propio. Y sin embargo suelen ser muchas las dudas y perplejidades que el amor nos provoca. En esta sección que hoy presentamos- Conversaciones con lxs maestrxs del amor- queremos reunir diferentes propuestas para una relación entre adultas efectivamente amorosa. Cuando decimos efectivamente amorosa queremos decir que no sólo existe un sentimiento amoroso sino que, además, es en la práctica una relación de buen trato. Mantener una relación amorosa- una relación en la que ambas personas sienten afecto y se tratan bien, cuidadosamente- no exige estar enamorada, ni tan siquiera experimentar atracción sexual. Pero en esta sección vamos a ocuparnos sólo de propuestas para relaciones amorosas con personas que nos enamoran.

Un país bien templado, Melkay


“El primer problema para todos nosotros,
hombres y mujeres, no es aprender,
sino olvidar lo aprendido.”

— Gloria Steinem
FRATERNITÉ

En Madame Bovary de Gustave Flaubert , recuerdo cuánto trabajo y persistencia le costó al Rodolphe Boulanger de la Huchette conseguir un simple beso de la infelizmente casa Madame Bovary. Fue toda una ordalía, aún más considerando que Boulanger era un dandy aristócrata parisino… él era del tipo que no debería pasar trabajo. Pero una vez que la persuadió a someterse a él, toda resistencia terminó… afortunadamente para ambos (sin contar el final bien sur) porque, aunque era ilícito y oculto para conocidos y desconocidos, ella supo pasar por encima de lo que sus pares esperaban de una mujer casada. No necesitó ser fiel a un esposo que no amaba. Todo lo que quería era templarse a Rodolphe. Punto.
Lo enigmático para mí es que estaba completamente obsesionada con ello. ¿Por qué la obsesión? ¿Por qué la agonía? Templar es una de las cosas más comunes que se pueden hacer.

Aquí y ahora las cosas han cambiado, aunque no tanto. Algunas personas pueden templar en paz, en algunos lugares, y a falta de sexo tenemos guerra de los sexos. Nunca habrá demasiados investigadores sobre géneros; ellos son los mediadores de esta guerra. El sexo se sigue viendo afectado porque, generación tras generación, nos inculcan los mismos cuentos. Aparentemente el sexo aún es considerado algo que una mujer otorga y un hombre recibe.

No demano gran cosa, Miquel Martí i Pol


No demano gran cosa:
poder parlar sense estrafer la veu,
caminar sense crosses,
fer l’amor sense haver de demanar permisos,
escriure en un paper sense pautes.

O bé, si sembla massa:
escriure sense haver d’estrafer la veu,
caminar sense pautes,
parlar sense haver de demanar permisos,
fer l’amor sense crosses.

O bé, si sembla massa:
fer l’amor sense haver d’estrafer la veu,
escriure sense crosses,
caminar sense haver de demanar permisos,
poder parlar sense pautes.

O bé, si sembla massa…




  de Vint-i-set poemes en tres temps.

dijous, 15 de desembre del 2011

El amor romántico desde una perspectiva científica. ¿Por qué y para qué estudiar el amor?, Coral Herrera Gómez

Cuando llegó el momento de decirle a mi director de tesis, Gérard Imbert, el tema sobre el que quería investigar, pasé dos semanas sin atreverme a hablar con él y preparando mi discurso para convencerlo. Él mismo me dijo, "piensa bien el tema porque tu vida va a girar en torno a él durante años; así que lo mejor es que sea algo que te apasione".
Yo ya sabía lo que me apasionaba, pero no sabía como planteárselo. Desde niña me han fascinado las relaciones amorosas humanas, y cuando comencé a experimentar todos los síntomas del romanticismo, en la adolescencia, mi interés por el tema aumentó. Siempre me gustó mirar a los adultos, oírles hablar, escuchar historias de  vida, y analizar mis propios sentimientos y reacciones.
Con las amigas y amigos pasé años hablando sobre el amor, sus mitos y la forma en cómo nuestro cuerpo, nuestras ideas, nuestro comportamiento, están determinados por las emociones, y cómo esas emociones, a su vez, están determinadas por mandatos sociales y modelos culturales, debidamente idealizados.

Sexual Herria, Itziar Ziga

La periodista inadaptada, feminista hereje, diamante en bruta y vedette de extrarradio, Itziar Ziga, tras nueve años de sexilio en Barcelona, ha regresado a Euskal Herria, preguntándose si hemos pasado del sempiterno sirimiri a la lluvia dorada; si además de subvertir hemos empezado a pervertir; si de ver paisajes verdes y verdes en el paisaje hemos pasado a ser viejas y jóvenes verdes... Ha vuelto a la tierra que la vio nacer dispuesta a compartir su visión de la lucha, del feminismo, del compromiso, del placer, dispuesta, a reputificar su patria: Sexual Herria.

Leer fragmento de Sexual Herria

Extraído de txalaparta.com

dimecres, 14 de desembre del 2011

Se derrama tu orgasmo por mis piernas, Beatriz Gimeno

 
Se derrama tu orgasmo por mis piernas
como mana la fuente de la vida que bebes y que acabas.
Se derrama caliente, como todo tu cuerpo sobre el mío,
se derrama el deseo y me asfixia al crecer.
No te vayas aún, no te levantes,
no me quites el peso de tu vientre,
no te lleves el roce de tu mano
ni me arranques tu risa, ni apartes tu mirada.
Amor, por un instante, deja tu peso en mí.
 
 

Curso básico de racismo y machismo, Eduardo Galeano


Por algo fueron mujeres las víctimas de las cacerías de brujas, y no sólo en los tiempos de la Inquisición. Endemoniadas: espasmos y aullidos, quizá orgasmos, y para colmo de escándalo, orgasmos múltiples. Sólo la posesión de Satán podía explicar tanto fuego prohibido, que por el fuego era castigado. Mandaba Dios que fueran quemadas vivas las pecadoras que ardían. La envidia y el pánico ante el placer femenino no tenían nada de nuevo. Uno de los mitos más antiguos y universales, común a muchas culturas de muchos tiempos y de diversos lugares, es el mito de la vulva dentada, el sexo de la hembra como boca llena de dientes, insaciable boca de piraña que se alimenta de carne de machos. Y en este mundo de hoy, en este fin de siglo, hay ciento veinte millones de mujeres mutiladas del clítoris.

¿Qué es el amor?, Marqués de Sade

¿Qué es el amor? No se puede considerar, me parece, que sea algo distinto del efecto resultante de  las cualidades de un objeto hermoso sobre nosotros; esos efectos nos transportan, nos inflaman; si poseemos esos objetos, estamos contentos; si nos es imposible obtenerlos, nos desesperamos. ¿Pero cuál es la base de ese sentimiento? El deseo. ¿Cuáles son las consecuencias de ese sentimiento? La locura. (…) Todos los hombres, todas las mujeres se parecen; no hay amor que resista a los efectos de una reflexión sana. ¡Oh que idiotez es esa borrachera que, absorbiendo en nosotros el resultado de los sentidos, nos pone en tal estado que ya no vemos nada, no existimos más que para ese objeto adorado! ¿Es eso vivir? ¿No es más bien privarse de todas las dulzuras de la vida?¿No es querer permanecer en una fiebre ardiente que nos absorbe y nos devora, sin dejarnos más felicidad que la de los goces metafísicos, tan similares a los efectos de la locura?... Unos pocos meses de goce, que acaban colocando al objeto en su verdadero lugar, nos hacen enrojecer al pensar en el incienso que hemos quemado en sus altares y no llegamos siquiera a concebir entonces cómo pudo seducirnos hasta ese punto.

Anarquismo y sexualidad, Helena Andrés Granel



Tradicionalmente la sexualidad se ha concebido como un ámbito de la experiencia humana situado al margen del discurso, y concretamente, al margen del discurso político, al ser entendida como una pulsión o instinto natural1. Sin embargo, lejos de estar inscrita en la naturaleza, la sexualidad se construye discursivamente2 y desempeña un papel esencial en la conformación de un determinado orden social. De esta forma es regulada de distintos modos en los distintos sistemas sociales, que propician, favorecen e institucionalizan determinadas formas de expresión sexual al tiempo que actúan de forma coercitiva o directamente prohibitiva con respecto a otras que se consideran potencialmente peligrosas y desestabilizadoras del orden social.

Sexualidad y reproducción son reguladas socialmente, al tiempo que las modificaciones y transformaciones en los discursos y las prácticas sexuales constituyen un aspecto trascendental, y no marginal, en los procesos históricos. Es por ello que la sexualidad debe ser historizada, es decir, analizada y contemplada desde una perspectiva histórica y sociocultural.

La filosofía del placer, Epicuro de Samos


Lectura de Epicuro de Samos - Carta a Meneceo.

El placer es el principio y fin del vivir feliz. Pues lo hemos reconocido como bien primero y connatural, y a partir de él hacemos cualquier elección o rechazo, y en él concluimos cuando juzgamos acerca del bien, teniendo la sensación como norma o criterio. Y puesto que el placer es el bien primero y connatural, no elegimos cualquier placer, sino que a veces evitamos muchos placeres cuando de ellos se sigue una molestia mayor. Consideramos que muchos dolores son preferibles a los placeres, si, a la larga, se siguen de ellos mayores placeres. Todo placer es por naturaleza un bien, pero no todo placer ha de ser aceptado. Y todo dolor es un mal, pero no todo dolor ha de ser evitado siempre. Hay que obrar con buen cálculo en estas cuestiones, atendiendo a las consecuencias de la acción, ya que a veces podemos servirnos de algo bueno como de un mal, o de algo malo como de un bien.

dimarts, 13 de desembre del 2011

Llegará el 2013, Mila Mores



Las ilusiones corren más que los recuerdos amargos,
aunque no siempre: ya lloré suficiente.
Llegará el 2013 y, si sigo viva,
espero seguir defendiendo la risa y la alegría,
apostando por la libertad en el amor y la generosidad en el sexo.
Creo que dudaré del misterio y el secreto,
pero no dejaré de repetir que la única manera de cosechar es sembrar.
Quizá el amor sea el sentimiento que gobierne más iniciativas y vidas en el mundo,
pero el destino me recuerda cada día que algo o alguien
aunque sospecho que fuiste tú—
me hizo brujería.

Nuestra libertad sexual, Nonita Fdez. Estrada

“Las feministas luchan contra las leyes prohibicionistas y reglamentaristas,
las dos caras de la misma moneda, que criminalizan y responsabilizan
a las mujeres de la existencia de la prostitución”


Siempre hay que pensar que el tiempo puede hacer su trabajo y dar posibilidad a, por ejemplo, desempolvar los libros de los que tanto se presume, y tal vez nunca se han leído, a militar en donde uno dice que hace la batalla y resulta que jamás piso la trinchera, a escuchar las partes interesadas y no lanzar el monopolio, a enterrar el olvido estructural que tanto nos esclaviza y por fin recordar, recordar y recordar… en el estricto sentido platónico.
El patriarcado es un sistema de producción muy anterior al capitalismo, por eso la resistencia política a dicha estructura de dominación es la primera en el tiempo de los movimientos sociales de la Edad Moderna. El feminismo es la teoría crítica por excelencia, es la teoría política que ilustra la Ilustración, es el movimiento social con más de tres siglos de historia.
El patriarcado se constituye en un orden de dominación a partir del momento en que se apropia de nuestro cuerpo, imponiéndole una moral reproductiva y sexual. El feminismo es el único movimiento que ha combatido esta estructura, siendo una teoría radical que aborda la raíz del problema y facilita a las mujeres de las generaciones sucesivas la progresiva consecución de sus derechos.

Así, la liberación sexual de la mujer se debe a una larga historia: desde las sufragistas –con la consecución del derecho de las mujeres a la participación política– a las marxistas –con el acceso real de las mujeres a la participación política, pues el movimiento sufragista se permitió sólo desde la burguesía– pasando por las anarquistas con sus programas libertarios de sexualidad y amor libre, las teóricas feministas y sus distintas corrientes políticas en la segunda ola del siglo XX, las feministas radicales norteamericanas o las feministas de la diferencia europeas. Todas ellas han contribuido a la apropiación del cuerpo femenino por parte de la mujer. El feminismo ha descolonizado nuestro cuerpo, permitiéndonos así decidir sobre él, respecto a la usurpación patriarcal que se atribuía su reproducción y sexualidad.

dilluns, 12 de desembre del 2011

Manifiesto puta, Beatriz Espejo


20091105105219-port-manifiesto-puta.jpg

El sexo soporta tiranías y abusos de todo tipo sobre los que se sostienen gobiernos, estados y la propia identidad del individuo. Por eso..., ¿te has preguntado si tus decisiones sexuales son libres o están moldeadas por la conveniencia de otros?

¿Es el amor una aspiración idílica o un arquetipo tramposo y peligroso?

¿Es la promiscuidad una guarrada o una fuente de cultura y sabiduría sexual?

¿Comprar o vender sexo es una esclavitud o un pacto legítimo y honesto?

¿Es el feminismo institucional liberador de la mujer o castrador de la pluralidad femenina?

¿Nos defienden aquellos que se presentan como liberadores o simplemente se unen a otros sectores de la sociedad donde el integrismo sexual es ley?

¿Existe la libertad para decidir o lleva impreso el copyright de las siglas del partido político de turno?

diumenge, 11 de desembre del 2011

Estrellar mis huesos contra los tuyos, Mila Mores



Querría bucear en tus flujos,
arder en la lava de tu volcán
y estrellar mis huesos contra los tuyos.
Sueño que atrapo tu lengua entre mis piernas,
hundo mi espalda en tu dulzura
y enciendo mi piel con tu calor.

Haremos el amor en cada mirada, Mila Mores



Caminaré por valles y montañas
y descenderé a la cueva del misterio;
descubriré los sabores del deseo
y me dejaré llevar como cometa.
Mi lengua no sabrá por donde empezar
y mis dedos recorrerán tu espalda;
cerraremos los ojos sin mirar atrás
y haremos el amor en cada mirada.

En el espejo de la diversidad, Mila Mores


Sube la temperatura en el espejo de la diversidad,
lo divertido de ir en bicicleta es la velocidad
todo lo rápido que se pueda, en bajada, con curvas
aun a riesgo de caerse y darse una buena trompada;
lo mejor de montar a caballo es galopar.
Lo que nos atrapa del enamoramiento es el peligro de pender de un hilo,
porque la seguridad y la certeza es mejor dejarlas para los vendedores de seguros.

Sexo, follar, orgía, H.R.Herzen


Y además: culo, tetas, hacerse pajas, porno, polla, verga, coño, vagina, anal, oral.

Tristemente, esa es una de las mejores maneras de que la gente llegue hasta este blog (y si estuviera en inglés sería éxito total) y quizá lea algo diferente a lo que una suele escuchar en todas partes:

En la calle:
—¿34 años? Y todavía no tiene marido...
—Pues más le vale que se vaya buscando novio...

Vida, José Hierro


Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito "¡Todo!", y el eco dice"¡Nada!"
Grito "¡Nada!", y el eco dice "¡Todo!"
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.



Los filósofos clásicos y el Amor, Coral Herrera Gómez


Los tratados sobre el amor no han sido las obras centrales de los “grandes” filósofos, exceptuando quizás a Platón. Las tesis que han favorecido determinados estilos amorosos han sido llevadas a cabo por autores que, o bien estaban a favor de la moral sexual de su época, o bien en contra. Lo interesante de este asunto es cómo los cambios sociales, políticos, económicos e ideológicos transforman las perspectivas filosóficas sobre el amor, y cómo la importancia de los autores determinaba la posición hegemónica o alternativa de sus teorías.

Las ideologías amorosas han sido muy diferentes en Oriente y Occidente. Según Octavio Paz (1993), en Oriente el amor fue pensado dentro de una tradición religiosa; en Occidente, en cambio, la filosofía del amor fue concebida y pensada fuera de la religión oficial y, a veces, frente a ella. 

El pensamiento oriental, según Francesco Alberoni (1979), más que buscar un único objeto no ambivalente de amor que sacie la sed, trata de superar esa sed; antes que la felicidad total y entusiasta, busca la superación al mismo tiempo de la felicidad y del dolor: «el Nirvana es esa beatitud privada de pasión. Por eso, en lugar del enamoramiento existirá un arte erótico, gracias al cual obtener placer de sí mismo y de otras personas, pero sin depender de esa única e inconfundible persona, perdida la cual se pierde todo». Este tipo de erotismo en Oriente nunca tuvo la pretensión de colocarse en la base de la pareja conyugal, y por lo tanto, de la familia, porque el erotismo estaba separado del matrimonio, de la pasión, separada hasta de la alianza con una sola persona.

dissabte, 10 de desembre del 2011

"Hay poca gente que sabe lo que es el amor, el 99% piensa que la sexualidad es amor". Osho

Lo que llamamos amor es realmente un espectro completo de relaciones que abarca desde la tierra al cielo. En el nivel más terrenal, el amor es atracción sexual. Much@s de nosotr@s nos quedamos estancad@s ahí, porque nuestros condicionamientos han cargado nuestra sexualidad con todo tipo de expectativas y represiones. Actualmente, el mayor "problema" con el amor sexual es que nunca perdura. Únicamente si podemos aceptar este hecho podremos disfrutarlo por lo que es; darle la bienvenida cuando aparece y decirle adiós con gratitud cuando se marcha. Entonces, a medida que maduramos, podemos empezar a experimentar el amor que está más allá de la sexualidad y que honra la individualidad única del otro. Empezamos a entender que nuestra pareja funciona a menudo como un espejo, reflejando aspectos desconocidos de nuestro ser más profundo y apoyándonos para que nos volvamos un todo. Este amor está basado en la libertad, no en las expectativas o en la necesidad. Sus alas nos llevan cada vez más y más alto hacia el amor universal que lo experimenta todo como una unidad.

Hay que tener en cuenta lo siguiente: el amor en su nivel más bajo es sexo (es físico), y en su forma más refinada es compasión. El sexo está por debajo del amor; la compasión está por encima del amor. El amor se encuentra justamente en medio.
Hay poca gente que sabe lo que es el amor. Así, el 99% piensa que la sexualidad es amor. No lo es. La sexualidad es muy animal, tiene ciertamente el potencial de convertirse en amor, pero no es un amor realmente, sólo un potencial.
Si te vuelves atent@ y consciente, meditativ@, entonces el sexo puede transformarse en amor. Y si tu estado meditativo se vuelve total, absoluto, el amor puede transformarse en compasión. El sexo es la semilla, el amor es la flor y la compasión es la fragancia. Buda ha definido la compasión como "amor más meditación". Cuando tu amor no es únicamente deseo por el otro, cuando tu amor no es únicamente una necesidad, cuando tu amor es un compartir, cuando tu amor no es el de un mendigo sino el de un emperador, cuando tu amor no pide nada a cambio sino que está dispuesto a dar - a dar por el simple gozo de dar -, entonces añádele meditación y se liberará una fragancia pura. Esto es compasión; la compasión es el fenómeno más elevado.

compasión: entendimiento del estado emocional de otro, y es con frecuencia combinada con un deseo de aliviar o reducir su sufrimiento

Consuelo para la temporalidad, Gioconda Belli

Somos como las plantas:
Nuestra piel es hoja y nervadura
de pasiones hermosas
que bailan sin cesar.
Somos danza y danzar en el viento
es potestad de nuestras piernas sin raíces.
Todo cambia y nada permanece.
En el otoño, el follaje se desprende amarillo;
llueve oro en el atardecer.
No habría vida sin muerte.
No seriamos cuanto somos
si la conciencia no guardara experiencias ajenas
que misteriosamente se aposentan
en el aire interior cuya esencia desconocemos.
Y, sin embargo, así como Blake dijo:
"La eternidad está enamorada de la fabricación del tiempo",
es inevitable enamorarse de la creación
y sentir el dolor de no ser inmortales.

¡Ven!
Abandona el rencor por lo incomprensible.
Porque la vida se alimenta de la vida,
hemos de arder en la pira funeraria sin perecer.
Cantos y mitos nos sobrevivirán,
como sobrevive el árbol
que talado y yerto me sirve de apoyo
para escribir esta reflexión.

La experiencia de la vida es la pasión de beberla
hasta la embriaguez.
Amar, cantar, decir versos hermosos
y luego
dormir.

dissabte, 3 de desembre del 2011

El amor es como un balancín, Bibiana Hirukote


Cuando unas personas deciden jugar en un balancín tienen que equilibrar sus pesos como sea para que puedan subir y bajar al ritmo que deseen y que les llene de placer y alegría. Para quien nunca haya jugado, le cuento que resulta aburrido que quien pesa más monopolice el movimiento aunque le pueda parecer divertido obligar a subir y bajar el balancín a su antojo.

Así, quien pesa más tiene que hacer un esfuerzo para equilibrar las cargas y quien pesa menos tiene que hincharse y hacer acrobacias para ganar peso usando las leyes de la física respecto a ejes y palancas y las que se invente para que la diversión no dependa exclusivamente de la otra parte.

Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo, Anaïs Nin


Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo. Libre o no libre, casado o soltero, heterosexual u homosexual, son aspectos que varían de cada persona. Hay quienes son más expansivos, capaces de varios amores. No creo que exista una única respuesta para todo el mundo.

___

Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré a el mundo. Me adapto a mí misma

____

Siempre hubo en mí, al menos, dos mujeres
una mujer desesperada y perpleja
que siente que se está ahogando y otra que
salta a la acción, como si fuera un escenario,
disimulando sus verdaderas emociones porque ellas
son la debilidad, la impotencia, la desesperación
y presenta al mundo sólo una sonrisa,
impetu, curiosidad, entusiasmo, interés.

dimecres, 30 de novembre del 2011

Lo contrario del amor libre, H.R.Herzen

Si esperabas resolver esa duda, quizá hoy no sea el día. Las palabras limitan y reducen lo que sentimos cuyo producto hay que multiplicarlo por 7.000 millones de personas (también podríamos añadir a otros seres vivos o inertes) que tenemos nuestra propia concepción de abstracciones como “amor” o “libertad”. Hay tantas formas de amar que parece un analfabetismo agudo reducirlo todo a “amor”, aunque también refleja una extraordinaria capacidad de condensar una infinita y variada cantidad de sensaciones en una sola palabra. La evidente contradicción del amor es su inverosímil coherencia.

Un símil apropiado es el concepto de color. Cuentan que los esquimales pueden distinguir hasta 30 tonalidades del color blanco porque están rodeados de él y las diferencias imperceptibles para otros ojos son significativas en su retina. Pero la cosa se complica aún más porque realmente el mundo es incoloro. El color es una sensación producto de nuestro cerebro a partir de un objeto sobre el que incide la luz: un objeto lo vemos blanco porque refleja todo el espectro visible y lo vemos negro si no refleja nada del espectro visible.

dimarts, 29 de novembre del 2011

Teoría King Kong, Virginie Despentes



Esta imagen precisa de la prostituta, que nos gusta tanto exhibir, una mujer privada de todos sus derechos, de su autonomía, de su poder de decisión, sirve varias funciones. Principalmente mostrar a los hombres que quieren hacérselo con una puta, lo bajo que deberán caer para conseguirlo. De este modo, también se les arrastra a ellos hasta la célula familiar: todo el mundo a casa. Es también una manera de recordarles que su sexualidad es monstruosa, que crea víctimas y destruye vidas. Porque la sexualidad masculina debe seguir siendo criminal, peligrosa, asocial y amenazadora. Esto no es una verdad en sí, es una construcción cultural. Cuando impedimos que las putas trabajen en condiciones decentes, atacamos directamente a las mujeres, pero también buscamos controlar la sexualidad de los hombres. Echar un polvo cuando tienen ganas no debe ser algo agradable y fácil. Su sexualidad debe seguir siendo un problema. De nuevo, doble imposición: en la ciudad todas las imágenes invitan al deseo, pero el alivio debe seguir siendo problemático, cargado de culpa.

La decisión política que consiste en hacer de las prostitutas víctimas también cumple una función: marcar el deseo masculino, encerrarlo en la infamia. Que se corran pagando, si quieren, pero que para hacerlo tengan que meterse en el fango, la vergüenza y la miseria. El pacto de la prostitución "yo te pago y tú me satisfaces" es la base de la relación heterosexual. Hacernos creer que ese contrato es extraño a nuestra cultura es pura hipocresía. Al contrario, la relación entre el cliente varón heterosexual y la puta es un contrato entre los sexos sano y claro. Por eso, es necesario complicarlo de manera artificial.

Descarga Teoría King Kong, Virginie Despentes, Ed. Melusina, 2008 

diumenge, 27 de novembre del 2011

Neomachismo: elogio de la pureza sexual calculada, Feliciano Mayorga


Dejémonos por un momento de romanticismo y consideremos el mundo de las relaciones heterosexuales como un inmenso mercado, en el que se distribuyen bienes importantes como la seguridad afectiva, la satisfacción sexual o la plenitud amorosa. Hombres y mujeres actúan como oferentes y demandantes tratando de optimizar sus intereses sentimentales en competencia con los miembros de su propio género. Cosmética, vestuario, dietas, aerobic, ademanes eróticos, cirugía estética y las innumerables técnicas de seducción no son sino formas de marketing para hacer visible, enfatizar y promocionar el producto, que es uno mismo, en ese concurrido intercambio.

Hasta hace una década el mercado amoroso era rígido y poco flexible, casi socialista, interferido por una imagen machista y patriarcal de la mujer, que prescribía su castidad y excluía a las promiscuas y liberales, destinándolas a la economía sumergida. El éxito del macho consumidor no era otro que adquirir una mujer respetable, inmaculada como la virgen María, a estreno, como novia y esposa, y luego practicar con voracidad el sexo con ligeras y casquivanas en el mercado de derivados. En momentos de escasez y desabastecimiento, por fealdad o cutrez, del comprador, podía recurrirse a un producto siempre disponible, la prostituta, que configuraba un tercer mercado.

Las mujeres, asumiendo la estricta regulación machista, para no devaluarse tenían que mostrarse mojigatas y puritanas, salvo con un único comprador, renunciando, si no a su sexualidad, sí al menos a la posibilidad de disfrutar, en igualdad de oportunidades con el hombre, de un alto grado de circulación erótica. En vez de capital circulante se convertían en el pasivo financiero de un solo banco, casi un inmueble, que impedía el sobrecalentamiento de la economía y la inflación amorosa.

El asalto al Hades, Casilda Rodrigáñez

El asalto al Hades es una propuesta de recuperar la vida que quedó prohibida y excluida de la sociedad patriarcal. Los mitólogos inventaron el Hades para desterrar esa vida que no debía saberse ni imaginarse; las manzanas y la serpiente, símbolos del placer que impulsa la vida, fueron conquistadas y destruidas por Hércules, arquetipo del nuevo ser humano patriarcal, que instituye la superioridad masculina y sustituye el principio  del placer por el de la fuerza física.  Posteriormente, los mitólogos cambiaron el Hades por el Infierno, creando el sentimiento de culpabilidad para quienes se dejan llevar por su vitalidad, como Eva, por quien entró el pecado en el mundo: la historia del Jardín del Edén (con la prohibición del fruto, simultánea al acceso del conocimiento del bien y del mal, y a la satanización de la serpiente) es el re-make judeocristiano de la historia de Hércules en el Jardín de las Hespérides.  Así se institucionalizan la enemistad entre la mujer y la serpiente –su sexualidad-, el dominio del hombre sobre la mujer y el parto con dolor; en definitiva, el matricidio.

dissabte, 26 de novembre del 2011

Amor exagerado, Malena Lede

Cuando caemos en la exageración de amar por necesidad en lugar de necesitar al otro porque lo amamos, corremos el peligro de sufrir y perder la identidad.

El amor de pareja tiene un límite que es el intento de obstaculizar la libertad y el desarrollo del otro.

Las personas necesitan dar y recibir amor sin convertirse en carceleras y sin crear dependencias.

Amar es arriesgarse, y como todo riesgo en la vida, es un salto al vacío, que puede llegar a ser muy destructivo cuando confundimos amor con alienación.