Hoy te amo. Ahora te deseo. Aquí y en este momento anhelo tu cuerpo y tu presencia, tu risa y tu alegría, las aventuras a tu lado y los paseos en bicicleta, las escapadas a la playa y los atardeceres, anocheceres y amaneceres en tu piel. Hoy lo dejaría todo por una noche abrazada a ti, por una conversación sobre lo más profundo y lo más superficial de la vida, por explotar de placer mientras te derramas al tiempo dentro mío. También sueño con tríos y orgías a tu lado, con intercambios de pares, con fiestas y bailes hasta el amanecer, con chistes y risas, con mares y montañas. Hoy me quedaría toda la noche mirándote en silencio hasta que cerraras los ojos. Hoy te cantaría la canción más bonita, escribiría el poema más bello, bailaría la danza más linda.
Sólo para ti, para susurrarte al oído que eres un huracán de aire fresco en mi vida que altera mi pesimismo bajo en ilusiones y para gritarte que no quiero hablar del pasado y sí caminar el presente que a cada paso se convierte de nuevo en pasado. Vendería mi alma al diablo para saludar a la próxima luna llena a tu lado. Luego la volvería a vender para que la luna cobije nuestra desnudez en cualquier playa desierta.