La disciplina de la psicología aparece como tal en el siglo XIX, aunque ya desde la antigüedad los griegos se habían preocupado por el estudio del comportamiento humano, o estudio del alma. Etimológicamente, el término psicología significa estudio del alma o del espíritu, sus funciones, estructuras y manifestaciones en la conducta de los individuos. La psicología tiene que ver con el estudio del comportamiento humano individual, aunque algunas tendencias de los últimos años han venido hablando de la psicología de masas, término complejo para ser asumido como tal desde la psicología clínica, por ser la masa un ente abstracto, de difícil acceso y mucho más difícil de intervenir.
___Una vez se consolida la psicología como disciplina científica, ésta se encargaría esencialmente del estudio del comportamiento de los menores, por ello la importancia que durante años presentó, muy especialmente en el interior del sistema educativo, el modelo conductista de la psicología.
___Hasta mediados del siglo XX el comportamiento humano se salió de los estándares o de las normas sociales, y con frecuencia fue calificado de obsceno, anormal, vulgar y sus prácticas consideradas como aberraciones. En la actualidad se analizan las prácticas de los individuos, muy especialmente las sexuales, como experiencias en la amplia gama de posibilidades que la vida sexual tiene a disposición de la realización de los individuos. Hoy se habla de prácticas plurales, y no de pecados, como lo hizo el medievo, ni de aberraciones como se consideró hasta mediados del siglo XX.
___Otro aporte de la filosofía en las últimas décadas tiene que ver con nuevas formas de comprender y asumir la sexualidad. Para psicología contemporánea la sexualidad es algo que trasciende la genitalidad; así por ejemplo, los ojos, el rostro, las piernas pueden considerarse órganos sexuales; si bien no cumplen funciones reproductoras ni genitales, si están referidos a la sexualidad. La sexualidad no se construye tanto con la otredad exterior, sino con la experiencia interna, ello debido a que para inicios del siglo XXI en lo relacionado con el amor y la sexualidad todo se ha trastocado. Es decir, ya son menos los comportamientos, actitudes y prácticas que pueden clasificarse única y exclusivamente como masculinas o femeninas: es así que no se habla hoy de la sexualidad, sino de las sexualidades; la sexualidad se separó de la reproducción y es un fin en sí misma. Hoy se asume el amor, el cuerpo, el goce, la sexualidad y el erotismo de maneras diversas, y no simplemente como mecanismos de reproducción, pese a que el modelo dominante sigue siendo el heterosexual, monogámico y reproductivo.
___En este orden de ideas, se hace pertinente aclarar que ninguna sexualidad es natural y que todas las manifestaciones sexuales son constructos culturales y sociales. La “naturaleza humana”, de la cual tanto se habla, tiene muy poco de natural, por ello se afirma desde la segunda década del siglo XX, que nuestra naturaleza es ser innaturales, porque somos cultura. En este sentido, es válido afirmar que la sexualidad es una construcción social, cultural y política. Se vive en un medio, se comparte y aprende de él, teniendo como referente los tres grandes actos de la vida: el parto, el coito y la muerte; actos que están cargados de significado única y exclusivamente en los seres humanos, pues como lo afirmara Hegel, “los animales no sienten angustia porque van a morir, porque nunca han sabido que están vivos”.
___Sugiere la psicóloga Florence Thomas que el amor aparece ante los individuos como aprendizaje y ejercicio de la libertad. El amor cotidiano que se enseña y promueve en el mundo occidental no es sino una mitología con sus amuletos y sus ritos destinados a conjurar el miedo a la soledad. El amor, como todo lo que es vital, muere, y esto es necesario aceptarlo, a pesar de la enorme dosis de dolor que representa ese desamor. Ese largo y oscuro túnel del cual les toca a los individuos salir, sin odios y sin amarguras, lo que confirma la capacidad humana de vivir los duelos.
___El amor es la revelación de la libertad ajena. Como dice Octavio Paz: “nada es más difícil que reconocer la libertad del otro, sobre todo cuando el otro es una persona que se ama y se desea”. Amar es atreverse a querer al otro en su libertad y la única fidelidad que sería necesario aprender a exigir de los otros es la fidelidad a sí mismo. En esta misma línea, reconocía Oscar Wilde que “cuando uno está enamorado, comienza siempre por engañar a los demás y acaba siempre por engañarse así mismo”.
___Pero el amor no sólo está siendo considerado en la actualidad como un sentimiento; según algunos estudiosos, éste es además un acto político e ideológico; pues en él interviene el sujeto en todo su ser; siendo el amor además, una construcción política. Es efecto del poder. De allí provienen las nociones de propiedad privada, de ejercicio del poder y de control sobre el cuerpo y el comportamiento de nuestros compañeros y compañeras, propios del mundo de lo político.
___El mundo Occidental habla de las máquinas disciplinarias: el taller, las iglesias, las escuelas, las cárceles, los manicomios, los ejércitos. Ellos deciden quien es apto, cuándo es apto y para qué es apto. Deciden lo normal y lo patológico; a lo que se suma el control sobre el amor y la sexualidad. El mundo Occidental no niega la sexualidad, pero la organiza y la controla, por ello toman fuerza los postulados de los sectores alternativos, que en el caso del amor, la sexualidad y el erotismo están defendiendo el derecho a construir la propia diferencia. Como bien lo propuso Berman Morris, las cosas a las que llamamos inmorales son “las que muestran nuestras propias vergüenzas”.
___Los comportamientos individuales en la contemporaneidad se están caracterizando por la vivencia de la diversidad, por nuevas búsquedas; las que, todos esperamos, hagan más libre y placentera la vida de los individuos, pues como nos lo recuerda el filósofo esloveno, Slavoj Zizek, en el mundo de las libertades, pese a todo su decorado artificial, las drogas a la gente no le están trayendo la felicidad.
___Estas apreciaciones tienen un sencillo objetivo, reflexionar sobre nuestras vidas y cotidianidades, pues el mundo contemporáneo, que sobrevalora la existencia y la vida de los “grandes” personajes que viven en el sinsentido, ha terminado por dejar sin espacio y quitarle el sentido a nuestras vidas cotidianas. En éste, el mundo del sinsentido, de la decepción, de la desconfianza, de la pérdida de sentido de la existencia del sujeto, los psicólogos aparecen como los defensores de una importantísima virtud, un atributo a veces olvidado por el mundo contemporáneo: saber escuchar. Siempre escuchar, para poder compartir con otros esas pequeñas cosas que le pueden dar o quitar sentido a nuestra existencia.
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