Nada es más difícil que reconocer la libertad del otro, Octavio Paz
Nada es más difícil que reconocer la libertad
del otro, sobre todo cuando el otro es una persona que se ama y se
desea, por eso amar es el riesgo de querer al otro en su libertad,
esperando sólo la fidelidad qué él se debe a sí mismo.
No encontré otro lugar donde comentarlo.
ResponEliminaMe gusta el título en cualquiera de su dos versiones:
Antes muerta que sumisa.
Antes muerta que su misa.
Carlos carpar@adinet.com.uy