El
eco mítico de tu voz prendido en mi pelo
enmarañado
entre rizos
me
susurra,
me
canta todas las palabras
que
nadie más sabe pronunciar.
Aún
en la distancia
escucho la música
de
tus manos y de tu acento,
casi
mágica, casi perfecto,
y
recorro caminos y me lanzo
y
echo a andar y me proyecto
y
me atrevo a soñar y me sueño
libre
y acompañada
audaz y creadora
de mis propios movimientos.
Mientras
tu voz providencial provoca
huracanes
y tormentas
desde mi pelo
hay
quién me imagina llorando tu ausencia,
pero
no la siento
no
la siento…
de la serie Canciones de Alcoba
Isis: isis.sainz(at)gmail.com
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